sábado, 4 de abril de 2009

A RAYAS, A FUERZAS



para empezar
hoy
de un cuaderno, como siempre, rescatado del mar de papel en el que vivo, en las playas blancas en las que recalo y de las que parto

la nave de papel se llama Elements Style 1. item #261000, notebook 11x9 100 shets, Pen-Tab Industries , Inc. Front Royal, VA 22630, código de barras 455126100
Tapas duras, espiral metálico doble, rayado vertical, diseños horizontales

Habría que empezar por donde hay que empezar:

Este fin de semana los ojos se cansaron viendo dos vertientes en el celuloide: Pasión-Besieged-Sitiado y Dinosauro-Dinosaur
La situación real tiene también que ver con la sensación real: la pantalla en blanco se empieza a poblar de sonidos y músicas y personajes y sus retos y sus realidades.

Empiezo el sábado, volvemos a

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Las palabras que no salen, y se agolpan, guardándose en la caverna de la garganta 0404
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No es tanto lo que pasa en la pantalla como lo que sucede en torno a la ida al cine,yla circunstancia en la que uno acude (cada quién su cine, pero a lo bestia, y con la propia velocidad de uno: las carencias, las molestias, las inquietudes, los excesos del momento; las preocupaciones o la falta de ellas; la dificultad para enfrentar con los ojos abiertos y la atención dispuesta, los avatares de los días o las sombras de la noche anegada en agua desde la tarde.

Ir al cine, entonces, y dejarse avasallar por la música nerviosa del piano o por los imprescindibles, contagiosos ritmos y las síncopas determinadas a marcar (sudor y movimiento) la experiencia. Luego, ir abriendo los pétalos de una historia de soledad y falta de sentimientos que se sobrepone (o convive) con otra de separación y apasionamiento, más allá de la razón y el enendimiento y la convivencia marcada por la cerrazón y la intransigencia.

O ir al cine y olvidarse de todo: no recordar siquiera qué mas puede decirse más allá del título o la referencia
Este es un viernes ya, lejano y diferente, en todos los sentidos a la primera entrada, el primerísimo boceto

HOJA DOS
Cuánto, todavía, por decir y por hacer. Llega el jueves primero del festival a acariciar
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Briseño:
¿dónde encontraste el blues?
dónde esa música que se levanta
dónde ese jmodo de rimar los elementos
dónde la noche de la música
ese apenas lograr lo que se pudo
dónde la percusión del ánimo
o encontrar la fidelidad de un páramo
abrir de bruces las posibilidades
del canto de un instrumento de metal
o las voces oxidadas de una piel
la restirada ánima del viento
la sorprendida garganta de las ánimas

Y la perversa síncopa enredada
en la faldísima enorme
que la arropa, la presume, la enrechoca
la descubre también entre corchetes,
entre signos de interrogación
nubes de arena, llantos de humedad,
grillos necesarios, fuentes desgañitadas,
hornos de convicción, collares de afección
Y nada que no tenga más que ser
contrario a la resignación, al descanso
o al olvido o a la prematura figura
del cansancio, de la dejadez
de la esterilidad solemne, del silencio atroz

Y ya

HOJA TRES
Sirvámonos de faro

Ahora que la tormenta arrecia
y nos brinda, por fin
el pretexto líquido para mojar
tanta miseria
para sortear los cabos con las velas
que quedan enredadas
por el viento atroz
que las precedió

Dejémos que nuestras presencias
aromen entre si los malabares
de tantos presurosos resquemores

Hagámonos de cuenta

HOJA TRES-B
Insomnios (III)

Me estoy acostumbrando
a despertar enmedio de la noche
y resolver, como si nada
los enigmas que van surgiendo
de entre la oscuridad, los gritos
y la vastedad pastosa
de las primeras horas

Amanecer desviado, confundido
falto de luz,pleno de exigencias
confusiones, otredades, ligerezas
ansias de mar desde la orilla austera
de los muelles mentales carcomidos
donde adquieren prestancia tantas sombras

Punto central donde se manifiestan
pespunteados y simétricos, los miedos
los confusos quejidos recurrentes
de las bocinas oprobisas del silencio
machaconas figuras recortadas
sobre la brisa neutra, transparente

Reconversión glacial de lo inhumano
inverosimil fuerza compartida
____
sobre la roca que perfila las heridas
y machaca sin tiento las pendientes
sin esperar la aurora luminosa
porque no le interesa redimirla

(de entonces a ahora 030409)

HOJA CUATRO
Ha pasado una semana, casi, desde el encuentro abierto, dorado, con Shakespeare y sus personajes y palabras, sobre el amplísimo escenario del teatro Julio Castillo (antes, y siempre, Teatro del Bosque), donde se dieron cita los duendes de la palabra y los fastos (hados) de la celebración, convocados por la celebración ligera y dispuesta a compartir con otros, los demás, los cincuenta años de quien escribe, para orgullo de los pocos que lo conocen realmente.

Es un gusto, siempre, acudir al llamado del teatro por lo que propone y revela.

Es sintomático que la realidad del siglo veintiuno mexicano, ya en su quinta encarnación anujal, se vista de Shakespeare anes que de otros autores y presencias. La misma Compañía Nacional de Teatro, se ceclara competente para hacernos creer, para hacernos partícipes del gozo

sigue el dibujo de una espiral similar a la clave de sol encadenado al texto:
una espiralo
como queriendo dibujar un número
que termine en un ovoide rasgo
trazo certero de la pluma, para
dar certeza a lo que sigue

//
y esa medida, referencia, marca, no fue más que la seña, última, indelble, de que algo más allá (más fuerte) estaba madurando, haciéndose presente en la realidad del desarraigo y la impotencia, la necesidad de seguir, y la imposiibilidad de recuerar, siquiera, la placidez original, el desparpajo primigenio, la inconciencia ?

CINCO